La importancia de utilizar la armadura de Dios

Realizado Por: Ay. Noe Martinez C. Categoría: Fortaleza, Fe Fecha: Mar, 2024

INTRODUCCIÓN

¿Qué es una armadura?

El primer significado mencionado alude al conjunto de los elementos o piezas defensivos que, en la antigüedad, utilizaban los soldados para proteger su cuerpo.

Puede decirse, en este sentido, que una armadura era una vestidura ya que se formaba con diversas prendas o partes que cubrían a los combatientes. (2 Cron.26:11-16, Neh.4:14-17)

La finalidad de la armadura era minimizar el daño en caso de una ofensiva enemiga.

Breve Historia de la armadura

Se estima que las armaduras surgieron en el segundo milenio antes de Cristo. Hasta entonces, los militares no solían cubrir sus cuerpos con protecciones especiales.

Las primeras armaduras consistían de una coraza acolchada de lino o cuero, en ocasiones revestida con placas metálicas, que se usaban junto a un casco. Dependiendo de cada pueblo, las armaduras podían contar con componentes de metal, cuero, hueso, concha o madera.

Piezas articuladas

La llamada armadura completa se formaba con múltiples piezas de acero o de hierro que se articulaban entre sí, estando unidas con remaches y correas. El equipo podía llegar a pesar unos 30 kilogramos. Más allá del peso elevado, la armadura completa no limitaba los movimientos gracias al reparto de los kilos y a las articulaciones. La rigidez del conjunto, a su vez, ayudaba a distribuir la energía de los golpes recibidos e impedía los cortes. (1Sam.17:4-11, 33-40) [Goliat =3m, cota de 5000 ciclos de plata =57kg, punta de lanza=7kg]

El cuerpo se protegía con elementos como el peto y la pancera, mientras que las extremidades se resguardaban con guardabrazos, hombreras, guanteras, rodilleras, musleras, etc.

La armadura de Dios (Efe.6:10-19)

La armadura de Dios se refiere a la metáfora usada por el apóstol Pablo para llamar a los practicantes a que estén preparados contra los ataques del diablo y que se revistan de los recursos dejados por Dios.

En el desarrollo de los versículos 10 hasta el 19 Pablo busca animarnos a que permanezcamos con fe firme en el Señor. Pues en todo momento se libra una batalla espiritual y por consiguiente se debe estar en condiciones para defenderse. Estos ataques contra el espíritu, causados por Satanás y sus fuerzas perversas, pueden presentarse como duda ante la fe, tentación ante el pecado, o sentir que no eres tan bueno como para ser porta voz de la Palabra de Dios.

En estos tiempos, es esencial tener una fe inquebrantable. Comprender la Armadura de Dios descrita en las Escrituras es un excelente lugar para comenzar. Ponerse la Armadura de Dios implica reconocer y mantenerse firme en su fe, capacitándolo para superar obstáculos, vencer las tentaciones y alimentar nuestra alma.

La Armadura de Dios es una referencia bíblica que nos ayuda a entender la protección espiritual que ofrece Dios. Esta armadura está compuesta por diferentes elementos, cada uno con una función específica, que pueden ayudar a fortalecer nuestra fe.

El cinturón de la Verdad (Efe.6:14)

Lomo: Deriva de “lumbus”, que puede traducirse como “espinazo”, “zona de los riñones” o incluso “espalda baja”. Es la parte del cuerpo ubicada entre las costillas y las caderas. Es el lugar donde se llevaba el cinto y se sujetaba la espada.

Ceñir: Rodear, ajustar o apretar la cintura, el cuerpo, el vestido u otra cosa.

El primer elemento presente en la armadura es la verdad. Pues Dios considera la mentira como algo abominable. (Prov.12:17-22)

Por consiguiente, para que alcances la santificación y la libertad debes revestirte con la verdad. Esta verdad se ciñe a la persona que decide usarla, lo que no permite que caiga en mentiras de ningún tipo. (1 Tim.1:8-11) Quien anda por el camino de la verdad será libre y entrara en el monte de su santidad, la verdad tiene poder. (Juan 8:42-45, Salm.15) La verdad ahuyenta los poderes del mal.

La verdad es el cinturón que mantiene todas las piezas de la armadura en su lugar, es nuestro compromiso personal con la verdad-viviendo una vida recta, transparente y sin engaños. Integridad y honestidad son vitales para la vida judeocristiano. (1 Ped.3:8-12)

¿Cómo usarla?

En otras palabras, esta expresión, nos invita a confiar en la verdad contenida en la palabra de Dios y el plan que tiene para nuestras vidas, además nos motiva a vivir una vida libre de pecados y mentiras. Toma en cuenta que no estarás listo para la batalla, hasta que no te hayas “ceñido” el entendimiento con la verdad, que es la Palabra de Dios.

La cota de justicia (Efe.6:14)

La cota o coraza  protege al guerrero de las heridas letales, tanto en el corazón como en otros órganos de vital importancia. (Prov. 4:19-24).

Cuando amamos a Dios con todo el corazón, procuramos guardar sus mandamientos. Cuando hacemos lo correcto, permanecemos en el amor de Cristo y somos bendecidos. (Deut.7:9-15, Juan 15:7-10)

Nuestra vida refleja lo que hay en nuestro corazón. (Jer.17:7-10) Guarda tu corazón de todo lo que es impuro, injusto, malo y falso. Es mejor que tu corazón sea lleno del fruto del Espíritu Santo. Esto te ayudara a vivir en rectitud delante de Dios y te ayudara amar a tu prójimo. (Prov. 4:19-27)

La justicia es obtenida como resultado de una vida fiel en obediencia a sus mandamientos y su voluntad en nuestras vidas. Las acusaciones y engaños de Satanás no pueden penetrar esta justicia (no tiene nada de que acusarnos).

Pequeñas acciones de injusticia son como orificios por los cuales Satanás puede entrar y destruirnos. La justicia nos protege de tal manera que nada puede cortar nuestra relación con Dios, y nada puede provocarnos a vivir ni a reaccionar de manera incorrecta.

¿Cómo usarla?

Los ataques contra el espíritu pueden darse de muchas maneras, pero de repente se te puede presentar, en un amigo que lo tenga todo materialmente, caso contrario al tuyo. Ante tal ataque debes recordar que el diablo también tiene poder y que Ds dará su pago tarde o temprano y solo debes enfocarte en ti y tu relación con Ds. (Salm.37:1-10,16-17)

El calzado del evangelio de paz (Efe.6:15)

Calzar nuestros pies, es  necesario para estar preparados para la batalla, en la guerra algunas veces el enemigo ponía peligrosos obstáculos en el camino de avanzada de los soldados. No llegamos muy lejos andando descalzos sobre vidrio y piedras puntiagudas, y mucho menos tratando de pelear una batalla en un terreno como ese, por eso tenemos que calzar nuestros pies.

Para poder pelear debemos tener una pisada firme, es decir estar firmes y dispuestos a ser obedientes a la voluntad de Dios sin importar lo que pase.

¿Qué es una persona firme?

Es aquella que es constante y no se deja dominar ni abatir. Es la capacidad para resistir la tentación de hacer cosas indebidas. Requiere de saber cumplir con las promesas y los compromisos que hemos hecho. (2 Tes.2:13-16, 1 Cori.10:6-13,  Jer.17:7-9 )

Los pies son figura del caminar de la persona firme o sabia, se hace referencia al andar moral en relación con Dios y el hombre. (Sal.119:59-60, Sal.119:101-102, Prov.4:26-27, Sal.37:30-31, Heb.12:12-14, Job 23:11, Job 31:4-8)

¿Cómo usarla?

Como soldados de Cristo, debemos ponernos el “calzado del evangelio” que nos permite marchar adonde nuestro Señor nos dirija. (1 Juan 2:6, Juan 10:27) Satanás tratara de poner obstáculos en nuestro camino, él es astuto y evitará a toda costa que el evangelio de Dios sea propagado, y se valdrá de múltiples obstáculos para conseguirlo, pero con la fuerza de Jesús podemos caminar hacia adelante, siguiendo nuestro Señor, obedeciéndolo y avanzando el evangelio.

El escudo de la fe (Efe.6:16)

El escudo romano, también conocido como “Scutum”, era el arma defensiva principal de los soldados romanos durante la época del Imperio. En sus inicios, los escudos romanos eran pequeños y redondos, hechos de madera y cuero, y se usaban principalmente para protegerse de las flechas y las lanzas enemigas. (1 Cron.12 1-8)

En el siglo III a.C., los escudos romanos se hicieron más grandes y rectangulares, midiendo aproximadamente 1,20 metros de alto por 0,80 metros de ancho. Estaban hechos de varias capas de madera, cubiertas con una capa de cuero y un borde de metal para mayor protección. El frente del escudo se decoraba con un emblema específico de la legión a la que pertenecía el soldado. (1 Rey.10:16-17)

¿Qué es la fe?

Creencia y esperanza personal en la existencia de un ser superior que generalmente implica el seguimiento de un conjunto de principios religiosos, de normas de comportamiento social e individual y una determinada actitud vital, puesto que la persona considera esa creencia como un aspecto importante o esencial de la vida.​ (Heb.11)

La fe es la seguridad o confianza en una persona, cosa, deidad, opinión, doctrinas o enseñanzas de una religión, ​ y, como tal, se manifiesta por encima de la necesidad de poseer evidencias que demuestren la verdad.​ (2 Sam.22:1-4,31-37, Salm.28:7)

La duda es una de las armas más fuerte del enemigo. Hace que desconfíes de Dios y su palabra. Por consecuencia te sientes inseguro de ti mismo, tu futuro aquí en la tierra y tu futuro en la eternidad. Satanás tratará de plantar semillas de duda en nuestros corazones y mentes, pero esas semillas de duda nunca pueden echar raíces si  tenemos fe. (Mat.17:19-21)

Cuando somos tentados por la carne, entonces Satanás envía sus dardos de fuego en nuestra mente e intenta influenciar nuestra decisión de si obedecemos a Dios o si cedemos a los deseos de la carne. Pero cuando tenemos fe que solamente la voluntad de Dios es lo mejor para nosotros, entonces el escudo de la fe desvía todos los esfuerzos de Satanás de persuadirnos a pecar, y de esta manera siempre vencemos en la tentación. (2 Tim. 3)

La Palabra de Dios es un requerimiento para el florecimiento de la fe. Ya que, de nada te sirve conocer la Biblia entera si no crees en lo que dice. Pues solamente obtendrás la protección, semejante a la de un escudo de guerra, si crees en lo que Dios dice.

¿Cómo usarlo?

Dedica tiempo a Dios, al conocimiento de su palabra, al leer y asimilar la palabra de Dios vas al mismo tiempo alimentando la fe. Colma tu mente del conocimiento de la verdad y ten claro quién es Dios y cómo eres tú en Él, para que este modo puedas usar esa verdad cuando las dudas ataquen. Y así hagas rebotar en la verdad los dardos de tentación lanzados por Satanás. (Rom.10:11-17)

El yelmo de la salvación (Efe.6:17)

El yelmo o casco protege la cabeza, quizás la parte más vital del cuerpo porque es donde se originan los pensamientos y la mente

Como casi todos los pecados comienzan como un pensamiento, mantener la mente despejada y centrada puede ayudarte a seguir siendo un guerrero justo para el Señor. (Salmo 139:1-2,23-24)

Una persona puede vivir una vida larga sin un pie, un brazo, sin un ojo o sin una oreja. Hasta puede vivir con un corazón que en otro tiempo le perteneció a otra persona. Pero una persona no puede vivir sin su cabeza. Si cuidas tu salvación de la misma forma que un casco cuida tu cabeza, obtendrás la victoria máxima que es vida eterna. No te descuides, dejando que el pecado se apodere de ti. (Isa.55:6-8, 1Tes.5:4-9)

Si mantienes tu mente ocupada, renovando diariamente, los conocimientos de la Palabra de Dios la proteges de los ataques del maligno. La mente debe estar clara en la certeza de la salvación. Mantenerla llena de gratitud hacia a Dios. Ya que en tiempos de guerra es fácil dudar y creer que no somos salvos.(Rom.12:1-3)

La espada del Espíritu (Efe.6:17)

Mientras que todas las otras piezas de la armadura espiritual son de naturaleza defensiva, la espada del Espíritu es la única arma ofensiva en la armadura de Dios, con esta espada podemos siempre ser victoriosos sobre el pecado porque la palabra vence.

No es concebible un arma espiritual más grande que ésta. Pero ninguna persona, en lo absoluto, puede encontrar la victoria sólo usando “la espada del espíritu”, antes bien debe colocarse el resto de la armadura de Dios.

Esta es la parte final de la gran armadura, pero no la menos importante, ya que proviene de Dios, que es Espíritu, es su Palabra. Nuevamente se denota la importancia de conocer la Palabra de Dios. Y no se trata de un mero conocimiento intelectual, sino de aquel conocimiento que pasa de la mente al corazón. Esta es la mejor arma de ofensiva que pueda existir y además es  la única que vence al enemigo. (Heb.4:12, Jer.23:29)

Cuando Jesús fue tentado por Satanás en el desierto, Jesús usó las escrituras para desmentir lo que el diablo estaba diciendo. La palabra de Dios es la mejor defensa contra las falsedades del mundo. Leer la Biblia es muy importante.(Mat.4:4, Salm.119:105, 2 Tim.3:16-17)

¿Cómo usarla?

Guarda en tu mente y en tu corazón la palabra de Dios y vive una vida de acuerdo con sus principios. Te ayudará a combatir con verdad a la mentira. (Sant.1:22-27)

CONCLUSIÓN

Además de usar la armadura completa de Dios, no podemos descuidar la oración, ya que es el medio por el cual obtenemos la fortaleza espiritual de Dios. Sin oración, sin confianza en Dios, nuestros esfuerzos en la guerra espiritual son vacíos e inútiles. La armadura completa de Dios -la verdad, la justicia, el evangelio, la fe, la salvación, la Palabra de Dios y la oración- son las herramientas que Dios nos ha dado, a través de las cuales podemos ser espiritualmente victoriosos, superando los ataques y tentaciones de Satanás.

Fortalecerte contra los ataques espirituales

  1. Lee Efesios 6:10-20 para recordarte de la armadura cuando tengas momentos difíciles. Si bien debes acostumbrarte a leer la Biblia todos los días, si de pronto te encuentras con circunstancias difíciles o te sientes inusualmente desanimado, podría ser un signo de que estás ante un ataque espiritual. Cuando eso suceda, lee todo el pasaje donde Pablo describe toda la armadura de Dios. El pasaje podría darte el aliento que necesitas para mantenerte fuerte y recuperar tu paz
  2. Ponte la armadura de Dios todos los días para anticiparte a los ataques espirituales. Para mantenerte firme ante cualquier tipo de ataque, te ayudará saber que van a venir, la Biblia dice que serás un blanco para Satanás que “ronda como león rugiente, buscando a quién devorar” (1 Pedro 5:8). Al mantenerte alerta en tu fe y ponerte la armadura de Dios todos los días, podrás usarla para permanecer firme ante el enemigo
  3. Ora sin cesar. Si bien la oración no está incluida como una de las piezas de la armadura de Dios, al final del mismo pasaje, Pablo dice: “Oren en el Espíritu en todo momento, con peticiones y ruegos” (Efesios 6:18). Al mantener una actitud de oración constante, estarás mejor equipado para enfrentar cualquier tentación, duda y otro ataque espiritual que encuentres. Si te cuesta y no sabes cómo orar, prueba con una oración sencilla donde le expreses a Dios tu gratitud por todo lo que ha hecho por ti, confiesa tus pecados, pídele que te ayude a evitar la tentación, fortalezca tu fe y te dé sabiduría.
error: Content is protected !!