El profeta Ezequiel es el autor del libro que lleva su nombre. Era un sacerdote que fue llevado al exilio en Babilonia junto con muchos otros israelitas en el año 597 a.C., durante la primera deportación tras la conquista de Jerusalén por los babilonios. Ezequiel comenzó su ministerio profético en el exilio, alrededor del año 593 a.C., y continuó profetizando hasta aproximadamente el 571 a.C., abarcando tanto los años previos como posteriores a la destrucción definitiva de Jerusalén en 586 a.C.
El libro fue escrito durante uno de los periodos más oscuros de la historia de Israel: la destrucción de Jerusalén y el exilio babilónico. Ezequiel, junto con otros exiliados, vivía cerca del río Quebar en Babilonia. A través de sus visiones y mensajes, Ezequiel trata de consolar a los exiliados, explicar el juicio divino que había caído sobre Judá, y ofrecerles esperanza de una futura restauración.
El Libro de Ezequiel está dividido en tres secciones principales:
Capítulos 1-24: Juicio contra Judá y Jerusalén Estos capítulos contienen profecías que advierten sobre la inminente destrucción de Jerusalén debido a los pecados del pueblo. Ezequiel condena la idolatría, la injusticia y la corrupción de los líderes religiosos y civiles de Judá, explicando que el juicio de Dios es justo y merecido.
Capítulos 25-32: Juicio contra las Naciones Después de profetizar la caída de Judá, Ezequiel anuncia juicios contra las naciones vecinas que también han pecado. Entre las naciones condenadas se encuentran Amón, Moab, Edom, Filistea, Tiro, Sidón y Egipto. El mensaje es que Dios es soberano sobre todas las naciones y sus juicios son universales.
Capítulos 33-48: Restauración y Esperanza para Israel Tras la destrucción de Jerusalén, los últimos capítulos se centran en la restauración futura de Israel. Ezequiel ofrece una visión de esperanza: habla de la renovación espiritual y nacional, la reunificación de las tribus de Israel, y la promesa de un futuro templo, simbolizando la restauración de la relación del pueblo con Dios.
Capítulo 1: La visión inaugural de la gloria de Dios. Ezequiel ve una visión de seres celestiales y ruedas, una manifestación impresionante de la soberanía y poder de Dios.
Capítulo 18: Enseñanza sobre la responsabilidad individual, destacando que cada persona será juzgada por sus propios pecados, no por los de su familia.
Capítulo 24: La destrucción de Jerusalén es anunciada de forma definitiva, utilizando símbolos como una olla hirviente.
Capítulo 37: La visión de los huesos secos es una de las imágenes más memorables de restauración, donde los huesos representan a Israel y su renovación espiritual.
Capítulos 40-48: Descripción del nuevo templo y la nueva Jerusalén, que representan la restauración final de Israel y la presencia de Dios con su pueblo.
El célebre arqueólogo norteamericano W. F. Albright fue el decano de los arqueólogos y el padre mundial de la Arqueología bíblica, escribe: “Los datos arqueológicos han probado la originalidad sustancial de los libros de Jeremías, Ezequiel, Esdras y Nehemías fuera de toda duda, confirmando el cuadro tradicional de los sucesos, así como también el orden en el que se produjeron”.
Defendió que Abraham, Isaac y Jacob eran no solo personajes bíblicos, sino que también históricos, las incursiones de Josué también fueron eventos históricos.
Insistió en que «como un todo, la imagen del Génesis es histórica y no hay razones para dudar de la precisión de los detalles biográficos».
Ezequiel significa “Dios es fuerte” o “Dios fortalece“. Se cree que nace en el 622 a.C. aproximadamente, de la descendencia sacerdotal. Como sacerdote, era una guía moral y espiritual para pueblo. Leamos:
Levítico 10:8 – 11; Números 4:3; Deuteronomio 17:8 – 11 y 33:8 – 11
Su labor sacerdotal fue interrumpida cuando fue llevado cautivo a Babilonia desde Jerusalén.
Su trabajo como profeta empieza con el exilio en Babilonia, aproximadamente 11 años antes de la destrucción total de Jerusalén, desde el río Chebar en Babilonia. Jerusalén quedaba aproximadamente a 800 km.
Los judíos cautivos que Nabucodonosor llevo a Babilonia fueron colocados en un lugar llamado Tel-abib junto al rio Chebar, rio principal que salía del Río Éufrates y regaba la zona. Este estaba a varios kilómetros de distancia de la ciudad de Babilonia. Ver Ezequiel 3:15
Esos cautivos se lamentaban de la situación en la que se encontraban. Ver Salmo 137
A pesar de la situación Ezequiel no solo vio el castigo y destrucción de Jerusalén, vio hasta una época futura, una esperanza. Leamos Ezequiel 11:16 – 21; 36:22 – 28; Jeremías 31:31 – 34
Ezequiel fue contemporáneo de Jeremías quien profetizaba en Judá y Daniel también transportado a Babilonia, pero en el palacio del rey Nabucodonosor. El profeta Ezequiel fue utilizado por Dios como atalaya. Leamos Ezequiel 3:16 – 21; 33:1 – 9.
Para tener mas detalle de lo mencionado anteriormente, vemos la definición de atalaya.
Atalaya:
Y justo, Ezequiel fue esa persona elegida para hablar lo que desde lo alto recibía de Dios y debía hablar al pueblo cautivo en Babilonia.
Algunas comparativas entre Ezequiel y Jeremías:
En el trabajo que Dios le asigna como profeta, le hace hincapié sobre los falsos profetas, que aseguraban que Babilonia sería derrotada y que no habría destrucción, pero en los primeros capítulos del libro, hay visiones que describen el asedio y la matanza en la conquista de Jerusalén. Ver Ezequiel capítulos 4, 5, 6 y 13, también ver Jeremías 28:1 – 17 sobre Hananías.
Ezequiel al igual que Isaías, fueron enviados a un pueblo necio, rebelde. Leamos Ezequiel 2:1 – 5; 12:1 – 13; Isaías 6: 1 – 13.
Entre todo lo que Dios le revela a Ezequiel y que esta escrito en sus 48 capítulos, a continuación, algunas de sus profecías:
El libro de Ezequiel muestra que la religión de Babilonia se encontraba en el templo, representada en especial por la adoración al dios babilonio Tammuz. Leamos Ezequiel 8:13 – 14 y 19; Jeremías 2:8 – 15 y 7:13 – 20
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Realizado por: Ay. Noe Martínez Categoría: Estudio Sistemático, Historia, Reflexión Fecha: Sab. 05-OCT-2024
Lectura de exploración:
Lectura Pública de la Biblia. Audio Biblia Dramatizada | Ezequiel 4. https://www.youtube.com/c/LecturaP%C3%BAblicadelaBiblia
Exegesis
El capítulo 4 de Ezequiel es parte del inicio de las profecías de Ezequiel, un profeta que vivió en tiempos del exilio de Judá en Babilonia. Ezequiel fue llamado por Dios para advertir al pueblo de Israel acerca de los juicios venideros por su desobediencia. En este capítulo, Dios le ordena realizar acciones simbólicas que representaban el juicio que caería sobre Jerusalén. Estos actos proféticos fueron una forma visual y dramática de transmitir el mensaje divino al pueblo.
El tema principal del capítulo es el sitio de Jerusalén y la consiguiente destrucción como castigo por el pecado y la rebelión contra Dios. La interpretación simbólica y profética de este capítulo es clave para comprender cómo Dios utilizó las acciones de Ezequiel para comunicar el destino inevitable de la ciudad.
Ezequiel era un sacerdote y profeta que vivió durante el exilio babilónico, que comenzó en el 597 a.C., cuando el rey Nabucodonosor de Babilonia deportó a gran parte de la monarquía de Judá, incluidos el rey Joachin, líderes, guerreros y artesanos. El pueblo de Israel ya había experimentado el juicio divino con la caída del Reino del Norte (Israel) a manos de los asirios en el 722 a.C. Ahora, el Reino del Sur (Judá), con Jerusalén como su capital, estaba bajo la amenaza de un destino similar debido a su continua idolatría y desobediencia a los mandamientos de Dios.
En los primeros versículos, Dios instruye a Ezequiel que tome un ladrillo y grabe en él una representación de Jerusalén. Después, debe montar un sitio simbólico alrededor de la ciudad, construyendo murallas, levantando grupos y colocando campamentos. Este acto representa el asedio que Babilonia impondría sobre Jerusalén, lo cual era una advertencia clara y directa para el pueblo que permanecía en su desobediencia.
Esta acción también refleja el uso común de símbolos visuales para expresar realidades espirituales y políticas en los tiempos bíblicos. Dios estaba mostrando a los exiliados lo que sucedería en Jerusalén, aunque aún no lo hubieran visto con sus propios ojos.
En los capítulos 4 y 5 Ezequiel iba a usar ciertas señales y representar ciertas parábolas ante la gente. En ese tiempo Jerusalén aún no había sido destruida, y los profetas falsos estaban diciendo al pueblo de Israel que iban a tener paz. Estaban diciendo que los judíos que ya se encontraban en el cautiverio de Babilonia regresarían pronto a su tierra. Pero Ezequiel iba a confirmar las palabras de Jeremías, que les había dicho que no regresarían, y que Jerusalén sería destruida.
Dios luego ordena a Ezequiel que se acueste sobre su costado izquierdo durante 390 días, y sobre su lado derecho durante 40 días. Estos días representan los años de iniquidad de las casas de Israel y Judá. Este acto es significativo por varias razones:
Este simbolismo refuerza la gravedad de la situación de ambas naciones y su juicio inminente.
A pesar de sus períodos de prosperidad y devoción religiosa, con grandes reyes de Juda como: Joás, Ezequías (2Rey.18:3-7), Josafat (1Rey.22:41-53) y Uzías (2Cró.26:1-15) le agregaron esplendor más no le devolvieron el honor y la posición a Dios definitivamente, dentro de la nación de Israel. Jerusalén también enfrentó tiempos de declive moral y espiritual.
Josefo menciona que muchos reyes y el pueblo se desviaron hacia la idolatría y prácticas paganas, lo que provocó la ira de Dios y la profecía de su destrucción. Reyes como Manasés promovieron la adoración de ídolos, lo que llevó a la corrupción moral y a la decadencia religiosa en la ciudad. Este comportamiento, contribuyó directamente a la eventual destrucción de Jerusalén por los babilonios como juicio divino. (2 Rey.21:1-3)
Otra acción simbólica de Ezequiel es la preparación de su comida bajo condiciones extremadamente difíciles. Dios le ordena hacer pan con varios granos, una mezcla que simboliza la pobreza y la escasez que Jerusalén experimentaría durante el sitio. Además, debía cocinar su comida sobre estiércol humano, lo cual era un símbolo de impureza, aunque finalmente Dios le permite usar estiércol de vaca en lugar de humano.
Este acto profético apuntaba a la falta de alimentos en Jerusalén y al sufrimiento que sus habitantes enfrentarían, ya que se verían obligados a comer pan de mala calidad y racionado debido al asedio. La profanación del pan cocido en estiércol también simbolizaba la impureza ritual a la que serían sometidos.
605 a.C. – Batalla de Carquemis y 1ª. deportación
Ezequiel capítulo 4 es un potente ejemplo de cómo Dios utiliza acciones simbólicas para comunicar verdades espirituales profundas. Las representaciones del asedio de Jerusalén, los días de pecado de Israel y Judá, y la preparación de comida en condiciones de miseria, transmiten la severidad del juicio venidero sobre la ciudad debido a su desobediencia continua.
El uso de estas imágenes dramáticas no solo era una advertencia para los exiliados en Babilonia, sino que también resalta la justicia de Dios. El pueblo había rechazado repetidamente las advertencias proféticas, y ahora estaban a punto de experimentar las consecuencias de su rebelión. Sin embargo, la esperanza y la restauración todavía serían posibles, como se verá más adelante en el libro de Ezequiel.
Ezequiel estando en junto al río de Chebar y después de la visión en el capítulo 1, ahora desde el capítulo 4 Dios le da la ordenanza que tome un adobe y en el pinte la ciudad de Jerusalén, el objetivo es para mostrarle lo que pronto le sucedera a la ciudad y a sus hermano que aún viven allá.
El capítulo 5 es la continuación de esa narrativa. Para Ezequiel también fue complicado ya que Dios le pide que se rape y se quite la barba y con eso hacerle entender lo mismo que Dios le dijo a Jeremias en los capítulos 11:22, 14:12, 15:2, 21:9 por mencionar algunos. A continuación veremos parte del contenido del capítulo 5.
Ezequiel recibe la orden de cortarse la barba y el cabello, dividiendo en tres partes con precisión en una balanza:
Jeremías 16:1; 15:1
Deuteronomio 30:1 – 20
Revisemos la importacia que en la antiguedad el hombre le daba al fuego.
Desde que el humano comenzó a dominar el fuego, de ahí que las religiones se convirtieran en las guardianas del fuego, mantener un fuego permanente era importante.
Casi todos los pueblos lo adoraron como el más noble de los elementos y como una viva imagen del astro del día.
Los caldeos lo tenían por una deidad suprema. En Persia es donde se extendió su culto casi exclusivo.
Cuando un rey de Persia estaba agonizando, se apagaba el fuego en las principales ciudades del reino y no se volvía a encender hasta después de la coronación de su sucesor.
Moloch relacionado con sacrificios humanos, el Tanaj condena enérgicamente estas prácticas que parecen haber incluido niños.
Según la tradición rabínica, Moloch era una estatua de bronce con fuego en su interior, dentro del cual se arrojaba a las víctimas.
Veamos:
Israel es el centro del plan y la obra de D-s. Geográficamente se encuentra en el punto de encuentro de continentes e imperios del mundo antiguo.
Jerusalén el centro de las naciones Juan 4:22, el centro del mundo ya que Jesucristo murió allí con un objetivo, Colosenses 1:20.
Es importante tener claro que ciertamente Dios ha castigado a su pueblo elegido, el pueblo de Israel, pero independientemente de eso jamas los abandonará, por lo anterior veamos cómo es que aún los llama.
Israel:
Pestilencia: Enfermedad infecciosa y contagiosa causante de gran mortalidad entre personas y animales. Algún evento o cosa que causa grandes pérdidas o males entre la población.
Analizemos el significado de cada una de las palabras empleadas por Dios dirigidas a su pueblo:
Por lo general las normas y los castigos están estipulados en un reglamento o un código, esto impide que una autoridad actúe de manera arbitraria al administrar los castigos.
Con base en el análisis bíblico veamos cada una de ellas:
Oprobio
Deshonra
Castigo
Espanto
Cada uno de los profetas que Dios mandó a su pueblo para apercibirlo de todas las cosas catastróficas que estaban por llegar, ahora traslademos esos mensajes a nuestra actualidad y encontremos el mensaje que mantendrá nuestra alma lo mejor delante de Dios.
De este capítulo podemos entender que debemos seguir reconociendo que el Dios de Israel es el único Dios vivo, no hay otro, y que cada unos de sus mandamientos es para la buena convivencia de Dios con el hombre y el hombre con el mismo hombre, solo es ponerlos en práctica en nuestra vida diaria.
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EL capítulo 1 de Ezequiel nos dice que el profeta y sacerdote era de 30 años de edad, se encuentra en Tel-Abib junto al río de Chebar, es ahí donde D-s le muestra la visión de 4 animales con carácteristicas jamas vistas, además de un trono con semejanza de piedra de zafiro y en el una semenjanza de una hombre sentado y escuchó que la voz de alguien le hablaba.
En el capítulo 2, Ezequiel narra que esa voz le menciona que sería enviado a los hijos de Israel rebeldes, y le pide que el no sea rebelde
En el capítulo 3 D-s le pide que Ezequiel coma el rollo y después fuera a hablar a la casa de Israel, pero le advierte que no lo escucharían ya que tampoco quieren escuchar a D-s. Después de estos sucesos en los tres capítulos Ezequil estuvo 7 días desconsolado, atónito, buscando entender y asimilar todo que había vivido. Pasados 7 días D-s le habla nuevamente para notificarle que lo pondrá como Atalaya para la casa de Israel
Ahora en el capítulo 10 D-s, siendo el sexto año mes sexto a los cinco del mes D-s nuevamente
Ezequiel recibe la orden de cortarse la barba y el cabello, dividiendo en tres partes con precisión en una balanza:
Jeremías 16:1; 15:1
Deuteronomio 30:1 – 20
Revisemos la importacia que en la antiguedad el hombre le daba al fuego.
Desde que el humano comenzó a dominar el fuego, de ahí que las religiones se convirtieran en las guardianas del fuego, mantener un fuego permanente era importante.
Casi todos los pueblos lo adoraron como el más noble de los elementos y como una viva imagen del astro del día.
Los caldeos lo tenían por una deidad suprema. En Persia es donde se extendió su culto casi exclusivo.
Cuando un rey de Persia estaba agonizando, se apagaba el fuego en las principales ciudades del reino y no se volvía a encender hasta después de la coronación de su sucesor.
Moloch relacionado con sacrificios humanos, el Tanaj condena enérgicamente estas prácticas que parecen haber incluido niños.
Según la tradición rabínica, Moloch era una estatua de bronce con fuego en su interior, dentro del cual se arrojaba a las víctimas.
Veamos:
Israel es el centro del plan y la obra de D-s. Geográficamente se encuentra en el punto de encuentro de continentes e imperios del mundo antiguo.
Jerusalén el centro de las naciones Juan 4:22, el centro del mundo ya que Jesucristo murió allí con un objetivo, Colosenses 1:20.
Es importante tener claro que ciertamente Dios ha castigado a su pueblo elegido, el pueblo de Israel, pero independientemente de eso jamas los abandonará, por lo anterior veamos cómo es que aún los llama.
Israel:
Pestilencia: Enfermedad infecciosa y contagiosa causante de gran mortalidad entre personas y animales. Algún evento o cosa que causa grandes pérdidas o males entre la población.
Analizemos el significado de cada una de las palabras empleadas por Dios dirigidas a su pueblo:
Por lo general las normas y los castigos están estipulados en un reglamento o un código, esto impide que una autoridad actúe de manera arbitraria al administrar los castigos.
Con base en el análisis bíblico veamos cada una de ellas:
Oprobio
Deshonra
Castigo
Espanto
Cada uno de los profetas que Dios mandó a su pueblo para apercibirlo de todas las cosas catastróficas que estaban por llegar, ahora traslademos esos mensajes a nuestra actualidad y encontremos el mensaje que mantendrá nuestra alma lo mejor delante de Dios.
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Realizado por: Ay. Noe Martínez Categoría: Estudio Sistemático, Historia, Reflexión Fecha: Sab. 14-DIC-2024
Lectura de exploración:
Lectura Pública de la Biblia. Audio Biblia Dramatizada | Ezequiel 14. https://www.youtube.com/c/LecturaP%C3%BAblicadelaBiblia
Exegesis
El capítulo 14 de Ezequiel aborda el problema de la idolatría entre los líderes y el pueblo de Israel, y cómo esto afecta su relación con Dios. En este pasaje, Dios denuncia la hipocresía de aquellos que buscan su guía mientras guardan ídolos en sus corazones y advierte sobre las severas consecuencias de persistir en este pecado. Este pasaje revela la justicia de Dios al responder a la rebelión del pueblo y subraya su llamado al arrepentimiento.
El capítulo comienza con un grupo de ancianos de Israel que se presentan ante Ezequiel para buscar una palabra de Dios. Sin embargo, Dios revela que estos hombres tienen ídolos en sus corazones. Este tipo de idolatría es más insidiosa que la adoración de ídolos físicos, ya que no es visible externamente, pero contamina profundamente la relación del pueblo con Dios.
Dios se niega a responder favorablemente a quienes buscan su guía mientras están divididos en su lealtad. En lugar de ello, revela sus motivos y los confronta, recordándoles que él ve más allá de las apariencias externas. (Mateo 6:22-24)
Dios llama a su pueblo al arrepentimiento: “Vuélvanse y aparten su rostro de sus ídolos” (v. 6). Este llamado enfatiza que la relación con Dios exige un compromiso exclusivo. La idolatría no solo deshonra a Dios, sino que también trae juicio y destrucción sobre quienes persisten en ella. En esta sección, también se advierte a los profetas que podrían ser cómplices en el engaño. Dios promete juzgar tanto a los profetas que engañan como a aquellos que buscan respuestas sin un verdadero arrepentimiento. El objetivo de este juicio es purificar al pueblo y restaurar su relación con Dios.
Idolatrar: adorar ídolos o imágenes de deidades objeto de culto. El concepto se emplea para aludir a la veneración que se realiza a los ídolos. Idolatrar puede significar amar o exaltar a alguien o algo.
Idolatrar, como tal, es el acto de adorar imágenes, ídolos u otras figuras, y dotarlas de sentido religioso y sagrado, como profetas, clérigos, santos o, incluso, personas corrientes, animales, plantas, condiciones del tiempo, volcanes, el sol, la luna, las estrellas, los planetas, etc. (Isaías 42:5-8)
Un ídolo, por otra parte, es la representación de una divinidad que se toma como objeto de culto o un individuo que genera una gran admiración y fervor. La idolatría, de este modo, es la reverencia hacia estas figuras o personas. (Sal.135:15-18)
La idolatría es la ofensa más repugnante contra la ley de Dios, la cual es sumamente particular en definir los actos que constituyen ese delito, y muy severa en la imposición del castigo.
En cuanto al castigo, la ley establecía que:
En la Biblia se expresa que la idolatría continuó presente en el antiguo Israel (hasta el exilio), como puede apreciarse en ejemplos como el culto a Moloch, Astarot, Baal y a los astros, además de la prostitución sagrada.
Israel luchó constantemente en su lealtad fiel al Señor. A pesar de que el Señor actuaba poderosamente por ellos, Israel coqueteaba regularmente con deidades extranjeras. La tentación era adoptar las prácticas religiosas y espirituales de las naciones vecinas.
La Biblia hace varias referencias de estas deidades identificándolas con nombres propios.
Astaroth diosa de los Sidonios (1 Rey.11:4-5)
Moloc y Milcom, dios de los amonitas con cabeza de toro y cuerpo de hombre
Chemos, dios de los moabitas (1 Rey.11:7)
Dagon, ídolo de los filisteos con figura humana hasta la cintura, y terminando en forma de cuerpo de pez (1Sam.5:1-5)
Mélec, que significa ”rey”, y se aplica en el Antiguo Testamento como título a varios dioses legendarios (Isa.57:9)
La “diosa reina del cielo” en Egipto (Jer.44:16-19), al lado de Astarté, diosa cananea de lo fertilidad,
La estrella del dios Rephán (Hech.7:43)
Nibhaz y á Tharthac dios de los Heveos (2Rey.17:30-31)
Baal-zebub dios de Ecrón (2Rey.1:1-6)
Además de muchos dioses del Canaán (Sal.106:38), y de otros pueblos idolatras (Jue.10:6).
En esta parte, Dios enfatiza que su justicia no puede ser evadida ni compensada por la presencia de personas justas en la comunidad. Incluso si figuras ejemplares como Noé, Daniel y Job estuvieran presentes, solo podrían salvarse a sí mismos debido a su justicia personal. Este mensaje subraya la responsabilidad individual ante Dios. La fe y la justicia no son transferibles, y cada persona debe responder por su propia vida. Este principio destaca la gravedad del pecado colectivo de Israel y la necesidad de que cada individuo se vuelva a Dios.
Significado: Que obra según la justicia, la moral o la razón. Acción que se efectúa conforme a la razón y a la equidad.
Justicia (sinónimos: equidad, rectitud, imparcial).
Principio moral que inclina a obrar y juzgar respetando la verdad y dando a cada uno lo que le corresponde. (Salm.37:1-40).
Características del justo:
Contexto y vida:
Noé es presentado en la Biblia como un hombre justo y recto en una generación completamente corrupta (Génesis 6:9). Vivía en los tiempos anteriores al diluvio, cuando la maldad había llenado la tierra. Fue escogido por Dios debido a su integridad y obediencia para llevar a cabo una tarea extraordinaria: construir un arca para salvar a su familia y a las especies animales del juicio divino.
Eventos principales:
Legado:
Noé un hombre justo en medio de una sociedad que se había corrompido, es recordado por su obediencia, fe y perseverancia. El Nuevo Testamento lo menciona como un ejemplo de justicia y heraldo de la fe (Hebreos 11:7).
Contexto y vida:
Daniel fue un joven judío llevado en el 1er.grupo exiliado a Babilonia durante la conquista de Jerusalén por Nabucodonosor (Daniel 1:1-6). A pesar de las presiones culturales, permaneció fiel a Dios, alcanzando posiciones de alto rango en la corte babilónica y posteriormente en el imperio medo-persa.
Eventos principales:
Legado: Daniel fue un profeta en tiempos del exilio babilónico. Daniel mantuvo su fe a lo largo de toda su vida y fue una voz profética importante para su pueblo, es recordado por su fe inquebrantable, su sabiduría divina y su dedicación a la oración. Es considerado un modelo de fidelidad en medio de la adversidad.
3. JOB
Contexto y vida: Job es descrito como un hombre justo, temeroso de Dios y apartado del mal (Job 1:1). Vivía en la tierra de Uz, y era conocido por su gran riqueza y familia numerosa. Sin embargo, enfrentó una prueba extrema en la que perdió todo lo que tenía.
Eventos principales:
Legado: Job es un ejemplo de paciencia y fe en medio del sufrimiento. El Nuevo Testamento lo menciona como modelo de perseverancia y confianza en el propósito redentor de Dios (Santiago 5:10-11).
Dios menciona los “cuatro juicios terribles”: la espada, el hambre, las fieras salvajes y la peste, que enviará sobre Jerusalén como respuesta a su persistente rebelión. Estos juicios son demostraciones de su justicia, pero también tienen un propósito pedagógico: hacer que el pueblo comprenda la gravedad de su pecado y la santidad de Dios.
Sin embargo, Dios también da una nota de esperanza. Algunos sobrevivirán a estos juicios y serán un testimonio vivo de la justicia de Dios. Este remanente se convierte en una oportunidad para que Israel reflexione y reconozca el propósito redentor de los actos divinos.
El capítulo 14 de Ezequiel es una poderosa advertencia contra la hipocresía y la idolatría, mostrando que Dios no puede ser engañado ni compartido con otros ídolos. A la vez, es un llamado a la responsabilidad individual y al arrepentimiento sincero. La justicia de Dios es innegociable, pero también tiene un propósito redentor: restaurar a su pueblo y mostrar su santidad.
En nuestra vida actual, este mensaje sigue siendo relevante. Nos invita a examinar nuestro corazón y remover cualquier cosa que compita con la lealtad que debemos a Dios. También nos recuerda que, aunque Dios es justo en sus juicios, siempre ofrece esperanza y redención a quienes se vuelven a él con corazones sincero.
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Realizado por: Ay. Noe Martínez Categoría: Estudio Sistemático, Historia, Reflexión Fecha: Sab. 18-ENE-2025
Lectura de exploración:
Lectura Pública de la Biblia. Audio Biblia Dramatizada | Ezequiel 19. https://www.youtube.com/c/LecturaP%C3%BAblicadelaBiblia
Exegesis
El capítulo 19 de Ezequiel es una lamentación poética dirigida a los príncipes de Israel, que refleja el dolor y la tragedia de la caída de la monarquía de Judá. En este pasaje, Ezequiel utiliza dos metáforas poderosas: la de una leona y sus cachorros, y la de una vid desarraigada. Estas imágenes simbolizan la decadencia de los reyes de Judá y el juicio que cayó sobre la nación debido a su infidelidad a Dios. Este capítulo es tanto un lamento por la destrucción pasada como un recordatorio de la justicia divina.
Composición lírica o canto de lamento, típicamente usado para expresar dolor, tristeza o duelo. En el contexto bíblico, las endechas son composiciones poéticas que reflejan la aflicción y el pesar, ya sea por la muerte de una persona, la destrucción de una ciudad o nación, o un juicio divino. El término aparece principalmente en relación con los escritos proféticos y poéticos de la Biblia, como los salmos, los libros proféticos (particularmente Ezequiel y Jeremías) y las Lamentaciones.
1. Tono de lamento y tristeza
El libro completo de Lamentaciones puede considerarse una serie de endechas, en las que el profeta Jeremías expresa su dolor por la destrucción de Jerusalén a manos de Babilonia. (Lam.1:1-10; 4:4-11)
2. Estructura poética
Este capítulo es un claro ejemplo de una endecha profética. Ezequiel lamenta la decadencia y caída de los líderes de Israel, representados como leones jóvenes que son atrapados y llevados al exilio. (Eze.32:1-11)
3. Contexto de duelo o juicio
Cuando Saúl y Jonatán murieron en batalla, David compuso una endecha para lamentar su muerte, conocida como el “Cántico del arco”.(2 Sam.1:17-27, 2 Cron.35:25)
4. Contenido profético o histórico
5. Dramatización
La leona como símbolo de Judá
Este cachorro simboliza a Joachaz, hijo de Josías, quien es recordado en la Biblia por su corto y desafortunado reinado de solo tres meses. Su historia está relatada en 2 Reyes 23:31-34 y 2 Crónicas 36:1-4.
Contexto de su reinado
Su pecado y mala reputación
Derrocamiento y cautiverio
El segundo cachorro representa a Joaquín o Sedequías, los últimos reyes de Judá. Sedequías, en particular, fue capturado por los babilonios y llevado a Babilonia (2 Reyes 24:8-17; 2 Reyes 25:1-7). La captura de este león en una jaula simboliza la caída de la dinastía de David y el fin del reino de Judá.
Contexto y ascenso al trono
Su desobediencia y rebelión
La caída de Jerusalén
Su trágico destino
Su relación con el profeta Jeremías
La vid como símbolo de Israel
El desarraigo de la vid
La fidelidad de Dios por Israel
A pesar, que Israel ha pecado contra Dios, Él no los ha abandonado los llama a protegerse. Las Escrituras son muy claras al mostrar que, entre todas las naciones, Dios escogió a Israel como la nación con la cual Él trabajaría. Ésta fue la nación que Dios libertó de la esclavitud en Egipto, la nación a la cual Dios le dio la tierra de Canaán y Galad, la nación a través de la cual vendría Jesús, el Mesías.(Deut. 7:6-9)
El propósito de Dios al escoger a Israel era que ellos fueran una nación modelo a las otras naciones y que a través de ellos “todas las familias de la tierra” serían bendecidas. (Gén.12:3) Él quiso que Israel fuera “un reino de sacerdotes y una nación santa”.(Éxo.19:6) Otras naciones verían que cuando los israelitas obedecían a Dios, eran bendecidos, y cuando desobedecían a Dios, eran castigados. (1 Rey.9:6-8, Deut.28)
El pecado, la desobediencia y el exilio de Israel, nunca anularon el pacto de Dios con su pueblo escogido, ni tampoco abrogaron el derecho a la tierra de Israel. El exilio de la tierra solo fue temporal. (Lev.26:14-45) Moisés específicamente profetizó que experimentarían un tiempo de obediencia y bendición en la tierra prometida, seguida por un período de desobediencia temporal y exilio de la tierra, seguido por una restauración hacia la tierra. (Deut.30:1-5). En adición al pacto eterno (que incluye la tierra), más de 40 veces las sagradas escrituras mencionan el hecho de que Dios vigila la promesa dada al pueblo judío acerca de esta tierra. (Salm.105:8-11)
Ezequiel 19 es una lamentación por la caída de la monarquía de Judá, expresada a través de poderosas imágenes poéticas. La metáfora de la leona y la vid desarraigada muestran cómo la desobediencia y la rebelión llevaron a la ruina del reino. Este capítulo es una advertencia contra la infidelidad, pero también un recordatorio de que Dios es justo y soberano, cumpliendo sus propósitos a pesar del fracaso humano.
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Realizado por: Ay. Noe Martínez Categoría: Estudio Sistemático, Historia, Reflexión Fecha: Sab. 22-FEB-2025
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Lectura Pública de la Biblia. Audio Biblia Dramatizada | Ezequiel 24. https://www.youtube.com/c/LecturaP%C3%BAblicadelaBiblia
Exegesis
En este capítulo, Dios comunica su juicio a través de dos eventos impactantes: La parábola de la olla hirviente (Ezequiel 24:1-14), que simboliza la destrucción inminente de Jerusalén. La muerte de la esposa de Ezequiel (Ezequiel 24:15-27), usada como una señal profética para Israel. El mensaje central de este capítulo es el juicio de Dios sobre su pueblo debido a su persistente pecado y rebelión. La severidad de estos actos enfatiza la necesidad de arrepentimiento y la seriedad del juicio divino.
Ezequiel 24 marca un momento clave en el ministerio del profeta, Dios le ordenó a Ezequiel registrar cuidadosamente el día de esta profecía. Esta fue una fecha que cambió la vida de la nación, sería recordada durante mucho tiempo, ya que coincide con el inicio del asedio de Jerusalén por parte de Babilonia.
Dios instruye al profeta a entregar una parábola a la “casa rebelde”, refiriéndose al pueblo de Israel que se ha apartado de los mandamientos de Dios y ha incurrido en idolatría y otros pecados. La imagen de la olla hirviente se utiliza para transmitir un poderoso mensaje de juicio y purificación.
La ciudad de Jerusalén y su gente son comparados con una olla de metal o caldera, en la que la carne estaba hirviendo. Y podemos recordar que los propios israelitas invitaron a esta comparación, por su propio dicho. (Ezequiel 11:1-12).
La olla simboliza Jerusalén, la ciudad que es central para la vida y la identidad de los israelitas. El acto de poner la olla al fuego y llenarla con agua representa el inminente asedio y destrucción de Jerusalén por los babilonios. El agua que se vierte puede verse como la preparación para el juicio que está por venir.
En ese momento, el rey de Babilonia estaba asediando Jerusalén. Los trozos de carne en una olla están aparentemente a salvo del fuego bajo la olla, y sin embargo están confinados en la olla, y no pueden escapar. Así, los judíos se imaginaban a salvo del enemigo, que estaba fuera de los muros de Jerusalén. Y, sin embargo, estas murallas eran barreras para los israelitas , de las que no podían escapar, y que facilitaban que el enemigo invadiera la ciudad.
Los trozos de carne colocados en la olla, incluyendo el muslo y espalda, representan a los habitantes de Jerusalén. Estas partes de la carne se consideran cortes selectos, lo que indica que el pueblo de Jerusalén alguna vez fue visto como valioso y precioso. Sin embargo, su rebelión y pecado han llevado a su inclusión en esta olla metafórica hirviente, lo que significa que sufrirán una prueba y sufrimiento severos.
Esta metáfora representa la destrucción total de Jerusalén: nada debía escapar. Al profeta se le ordenó que hirviera la carne y también los huesos; y finalmente, que dejara que el contenido se desintegrara, hasta que no quedara en la olla más que el oxido seco. Y entonces la propia olla debía ser quemada, y así destruida. Y esta condición se cumplió, porque Nabucodonosor pronto tomó Jerusalén, y quemó la casa de Dios, la casa del rey, todas las casas de Jerusalén y toda la ciudad y derribó los muros de Jerusalén, alrededor.
La muerte de su esposa no fue solo una tragedia, sino una señal profética de la destrucción del Templo, sin embargo, la ciudad y el Templo aún no habían sido destruidos, y muchos exiliados creían que Dios no permitiría su caída total. El significado de este evento va más allá del dolor personal de Ezequiel, su esposa representaba algo más grande:
Dios se refiere a la esposa de Ezequiel como “el deleite de sus ojos“, lo cual simboliza el Templo, que eran el centro de la identidad religiosa y unidad nacional de los israelitas.
Los judíos veían el Templo como el lugar donde Dios moraba y como su protección contra cualquier calamidad.
El luto era una parte importante del proceso de duelo. Cuando alguien moría, se observaban prácticas como:
Dios, sin embargo, le ordenó a Ezequiel que no mostrara ninguna señal de duelo.
La destrucción de Jerusalén sería tan impactante que la gente no podría hacer duelo, el horror del evento dejaría a los sobrevivientes en un estado de shock. El sufrimiento sería tan grande que no tendrían fuerzas para llorar o llevar a cabo ritos funerarios.
Después de este evento, Dios le dijo a Ezequiel que quedaría en silencio hasta que un mensajero trajera noticias de la caída de Jerusalén. Su silencio simbolizaba la certeza del juicio. Ya no era necesario advertir más, pues la destrucción era inminente. (Eze. 33:21-22)
El primer templo estaba construido en el monte Moriá, el mismo lugar donde Abraham estuvo a punto de sacrificar a Isaac. (Gén. 22:1-14) También era el sitio donde David había levantado un altar para detener una plaga. (2 Sam.24:18-25, 2 Cro.3:1-2), donde hoy en día están la Cúpula de la Roca y la Mezquita de Al-Aqsa. Este templo fue construido por el rey Salomón para sustituir al Tabernáculo como único centro de culto. Fue saqueado por el faraón Sisac y destruido por los babilonios durante el tercer asedio de Nabucodonosor a Jerusalén.
a) Lugar de la presencia de Dios
Antes de la construcción del Templo, Su presencia se manifestaba en el Tabernáculo, una tienda portátil donde Dios se encontraba con su pueblo.(Éxo. 40:34-38)
El Templo de Salomón fue construido para ser la morada terrenal de Dios entre su pueblo, cuando se dedicó el Templo, la gloria de Dios llenó el lugar. (1 Rey.8:10-13) El Templo era el punto de encuentro entre Dios y el pueblo. Esto daba a Israel una seguridad espiritual y nacional, pues creían que mientras el Templo estuviera en pie, Dios seguiría protegiéndolos.
b) Centro del culto y los sacrificios
El Templo no era el único lugar legítimo, pero si el mas importante donde se ofrecían sacrificios a Dios según la ley. (Deut. 12:5-14)
Los sacrificios tenían varios propósitos: Expiación del pecado: Mediante sacrificios de animales, el pueblo recibía perdón y restauración con Dio (Lev. 16:30) Acción de gracias y comunión: Se ofrecían ofrendas en señal de gratitud y consagración. (Lev. 7:11-15) Purificación ceremonial: Para restablecer la pureza ritual después de ciertos eventos. (Lev. 12:6-8)
c) Símbolo de unidad nacional
El Templo era el destino de las grandes peregrinaciones anuales, donde israelitas de todo el reino acudían a Jerusalén para celebrar las festividades establecidas en la Ley. Cada año, israelitas de todo el país peregrinaban a Jerusalén para adoración y celebración. (Éxodo 23:14-17)
d)Centro del gobierno y la monarquía
El Templo estaba estrechamente ligado al reino davídico. Los reyes eran coronados en el Templo y tenían la responsabilidad de mantener el culto a Dios. Cuando un rey era fiel, la nación prosperaba; cuando se desviaba, el pueblo caía en la idolatría. (1 Reyes 9:3-9)
2. Impacto de la destrucción del 1er.Templo
a) Una crisis espiritual:
El templo de Jerusalén representaba la presencia visible de Dios entre Su pueblo. La creencia predominante era que mientras el templo estuviera en pie, Judá estaba segura. Por eso, su destrucción generó un profundo cuestionamiento espiritual. (Sal. 74:1-9)
Algunos pensaban que Dios los había desechado, pero los profetas como Jeremías y Ezequiel explicaron que esto era un juicio divino por su pecado. (Jer. 7:1-20)
b) La adaptación al exilio: la sinagoga y la oración
Sin el Templo, el culto sufrió una transformación radical. Durante el exilio, el pueblo tuvo que encontrar nuevas maneras de mantener su fe y su identidad. Con el templo destruido, los judíos exiliados comenzaron a reunirse en casas o lugares comunitarios para estudiar la Torá y orar juntos, este fue el origen de las sinagogas, que se convertirían en el centro del culto judío en ausencia del templo.
c) Esperanza en la restauración del Templo
A pesar de la tragedia, los profetas no solo anunciaron juicio, sino también restauración. Este fue un tema central que ayudó a los exiliados a mantener la esperanza. Ezequiel tuvo una visión detallada de un Templo futuro. (Ezeq. 40-48)
El regreso del exilio: En el año 538 a.C., Ciro el Grande de Persia permitió que los judíos regresaran a Jerusalén y reconstruyeran el Templo. (Esd. 1:1-4)
Ezequiel 24 es un capítulo que resalta la seriedad del pecado y la justicia de Dios. Nos enseña que Dios es paciente, pero su juicio es inevitable si hay persistencia en el pecado. El sufrimiento puede tener un propósito profético y redentor, aunque no siempre lo entendamos de inmediato. Dios sigue en control de la historia, incluso en tiempos de juicio.
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Realizado por: Ay. Noe Martínez Categoría: Estudio Sistemático, Historia, Reflexión Fecha: Sab. 29-MZO-2025
Lectura de exploración:
Lectura Pública de la Biblia. Audio Biblia Dramatizada | Ezequiel 29. https://www.youtube.com/c/LecturaP%C3%BAblicadelaBiblia
Exegesis
Ezequiel 29 es el primer capítulo de una serie de profecías contra Egipto (Ezequiel 29-32). Este mensaje profético fue dado por Dios a Ezequiel para advertir sobre el juicio divino que vendría sobre Egipto debido a su arrogancia y su falsa seguridad. Egipto era una nación poderosa que en varias ocasiones había interferido en los asuntos de Israel, muchas veces ofreciendo apoyo, pero sin cumplir sus promesas. Dios declara que castigará a Egipto y humillará su orgullo, demostrando que solo Él es soberano sobre las naciones.
Dios le habla a Ezequiel en el año décimo del exilio, durante el reinado de Nabucodonosor en Babilonia. El faraón es descrito como un gran dragón (cocodrilo) que se cree dueño del Nilo.
Esta imagen es significativa porque en el Antiguo Egipto el faraón era visto como una deidad, y el Nilo era la fuente de vida de la nación. Al decir “Mío es el río, yo lo hice para mí”, el faraón demuestra su arrogancia al atribuirse el control del Nilo, en lugar de reconocer a Dios como el verdadero Creador. Dios entonces anuncia que atrapará al faraón como si fuera un cocodrilo sacado del agua con garfios y lo arrojará al desierto, lo que simboliza su humillación y caída. Además, Egipto es acusado de haber sido un bastón roto para Israel.
Se hace referencia a cómo Israel, en diferentes momentos de su historia, buscó apoyo en Egipto en lugar de confiar en Dios, pero Egipto nunca cumplió sus promesas de ayuda. Por ejemplo, en tiempos del rey Sedequías, Judá confió en la intervención de Egipto contra Babilonia, pero Egipto no logró salvar a Jerusalén de la destrucción.
Dios declara que enviará guerra y desolación sobre Egipto, no solo sufriría una invasión, sino que también quedaría desolado por 40 años, y su pueblo sería dispersado entre las naciones. Esta es una medida correctiva y disciplinaria por parte de Dios. Sin embargo, después de ese tiempo, Egipto sería restaurado, aunque nunca recuperaría su antigua gloria.
Egipto seguiría existiendo, pero ya no como una gran potencia. Este cumplimiento se observa históricamente, ya que después de la invasión de Babilonia, Egipto nunca volvió a recuperar la supremacía que había tenido en épocas anteriores. Dios enfatiza que Egipto nunca volvería a ser un poder influyente en Israel. Esto refuerza la lección de que Israel debía confiar en Dios, no en alianzas políticas con las naciones vecinas. (Isaias 19)
En la última parte del capítulo, Ezequiel recibe una palabra de Dios en el año 27 de su cautiverio, muchos años después de la profecía inicial. Aquí, Dios explica que Nabucodonosor, rey de Babilonia, recibiría Egipto como recompensa por su esfuerzo militar contra Tiro.
Babilonia había sitiado la ciudad de Tiro durante 13 años (585-572 a.C.), pero no obtuvo muchas riquezas de esa conquista. Como compensación, Dios permitió que Babilonia invadiera Egipto y tomara su riqueza. (Jeremías 44)
Sin embargo, el capítulo cierra con una promesa de restauración para Israel: Esto sugiere que, aunque Egipto sería castigado, Dios levantaría nuevamente a su pueblo y le daría esperanza.
La Biblia menciona el origen de Egipto en varios pasajes, relacionándolo con los descendientes de Noé después del diluvio. A lo largo de la Escritura, Egipto aparece como una nación influyente y poderosa, con un papel importante en la historia de Israel.
La relación entre Egipto e Israel es extensa y compleja, marcada por períodos de refugio, opresión, alianzas políticas y juicios divinos.
A lo largo de la Escritura, Egipto aparece como un actor importante en la historia de Israel, a veces como un lugar de protección y otras veces como un símbolo de esclavitud y traición.
El nombre Mizraim es el término hebreo para Egipto y se usa repetidamente en el Antiguo Testamento para referirse a la nación egipcia.
Egipto se compone geográficamente de dos mitades: el Alto Egipto es Patros o «la tierra del sur» , entre Menfis y la Primera Catarata, y el Bajo Egipto se llama Mazor, «la tierra fortificada». Sin embargo, todo el país se menciona generalmente bajo el doble nombre de Mizraim.
La civilización de Egipto se remonta a una antigüedad muy remota. Los dos reinos del norte y del sur fueron unidos por Menes, fundador de la primera dinastía histórica de reyes. Las primeras seis dinastías constituyen lo que se conoce como el Imperio Antiguo, cuya capital era Menfis, al sur de El Cairo, llamada en el Antiguo Testamento como Nof.
Herodoto dice: “Egipto es el don del Nilo.” Debido a la ausencia casi total de lluvia, el desborde anual del Nilo era de gran importancia para la tierra, porque regaba el suelo y le daba nuevos aluviones y algo de fertilizante orgánico. Se utilizaban sus aguas para beber, era el canal principal de comercio y transporte.
Era una monarquía teocrática, donde el faraón era considerado un dios en la tierra. Desarrollaron conocimientos en astronomía, matemáticas y medicina.
Su economía estaba basada principalmente en la Agricultura de trigo, cebada, lino y papiro, comerciaba con Mesopotamia, Nubia y otras regiones del Mediterráneo, adicional implementaba el uso del trueque y más tarde de metales preciosos para intercambios. Sus conocimientos en arquitectura, medicina y religión trascendieron hasta la actualidad.
Ezequiel 29 nos enseña varias lecciones importantes:
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Realizado por: Ay. Noe Martínez Categoría: Estudio Sistemático, Historia, Reflexión Fecha: Sab. 26-ABR-2025
Lectura de exploración:
Lectura Pública de la Biblia. Audio Biblia Dramatizada | Ezequiel 33. https://www.youtube.com/c/LecturaP%C3%BAblicadelaBiblia
Exegesis
Ezequiel 33 marca una transición clave en el libro del profeta Ezequiel. Hasta este capítulo, el énfasis ha estado principalmente en los juicios inminentes contra Judá, Jerusalén y las naciones vecinas. Pero a partir del capítulo 33, el enfoque se mueve hacia la restauración y la esperanza, aunque sin dejar de subrayar la responsabilidad individual.
El capítulo comienza reafirmando el llamado de Ezequiel como atalaya de Israel. En este contexto, se trata el principio de responsabilidad personal ante Dios, y se recibe finalmente la noticia de la caída de Jerusalén. De aquí en adelante, desde el capítulo 33 hasta el 48, que es el último capítulo, vamos a ver la gloria de Dios y el reino venidero.
Torre hecha comúnmente en lugar alto, para registrar desde ella el campo o el mar y dar aviso de lo que se descubre.
Eran estructuras elevadas, más altas que anchas, y erigidas en lugares diferentes para formar una característica de arquitectura prominente en el antiguo Israel. A menudo se hallaban en las viñas, como se muestra por Jesús en su parábola del padre de familia. (Isa. 5:2; Mat. 21:33; Mar. 12:1)
Edificaban torres como estaciones de observación más allá de los muros de las ciudades fortificadas, así como también encima de los muros para servir como puestos de observación y puntos fuertes fortificados. (2 Rey.9:14-20 2 Rey.17:9; 18:8; 2 Cró. 20:24; 26:9-15; Neh. 3:1; Sal. 48:12) Porque las torres literales se usaban como lugares de refugio, el lenguaje figurativo habla de Jehová Dios como una torre fuerte para los que confían en él. (Jue. 9:51-52; Sal. 18:2; 61:3; 144:2; Pro. 18:10)
Representa un centinela o guardián que vigila y advierte de peligros. Literalmente, era una persona que se apostaba en una torre o muro para vigilar y advertir a los demás de posibles amenazas.
Dios volvió a renovar la misión que le había encargado a Ezequiel al principio de su ministerio. Le comparó con un centinela o atalaya de una ciudad. En aquellos tiempos la mayoría de las ciudades importantes estaban protegidas por murallas. Aquellos que ejercían la autoridad nombraban un centinela para vigilar desde la parte alta de las murallas por si se acercaban invasores durante las horas de oscuridad.
La comisión de los atalayas se define con mayor claridad en el caso de Ezequiel. Aunque no estaba en una atalaya literal, el Señor le dijo: “yo te asigno como atalaya a la casa de Israel; y siempre que oigas una palabra de mi boca, tú los amonestarás de mi parte” (Eze. 3:17-21).
Dios ha levantado en diferentes tiempos a atalayas, pastores y obreros para guiar, advertir y cuidar a su pueblo. Estas funciones no son de prestigio humano, sino de gran responsabilidad espiritual, pues implican rendir cuentas a Dios por el estado de su pueblo.
Características:
Obligaciones:
Parte del crecimiento es asumir la responsabilidad de uno mismo. Empezamos de niños sin ninguna responsabilidad personal: nos hacen todo lo que necesitamos. Aprendemos que la responsabilidad tiene su recompensa y que la irresponsabilidad tiene otros efectos poco deseables. En muchos aspectos, la diferencia entre un niño y un hombre es su disposición a asumir la responsabilidad personal de sus actos. (1 Cor.13:11)
El hecho de que Dios no se complazca en la muerte del impío no significa que no vaya a suceder. El deseo general de Dios para toda la humanidad es que se arrepientan, se vuelvan a Él y sean salvos; sin embargo, Él no ignorará los requisitos de justicia y santidad en aquellos que rehúsen volverse a Él. (1 Tim.2:3-6, Tito 2:11-14) El anhelo de Dios es que los hombres y las mujeres escojan la vida y no la muerte. Dios quería que Israel viviera y no muriera. (Deut.30:19)
Dios es justo y recto en todos sus caminos, y uno de los principios más claros de Su justicia es que cada persona es responsable ante Él por su conducta personal, no por la de otros. Esta verdad se contrapone a ideas culturales que enfatizan la culpa colectiva o heredada.
El justo que se aparta de Dios, no será protegido por sus obras anteriores.
El impío que se arrepiente y cambia su camino será perdonado y vivirá.
En la última parte del capítulo, Ezequiel recibe un fugitivo de Jerusalén que confirma la caída de Jerusalén. Durante décadas, Dios envió profetas para advertir al pueblo de su pecado y del juicio venidero si no se arrepentían. (Jer.25:4–5)
Sedequías fue el último rey de Judá. Aunque fue puesto por Nabucodonosor, se rebeló contra Babilonia confiando en Egipto, lo cual agravó la situación. (2 Rey.24:20) Jeremías le rogó que se rindiera y obedeciera a Dios, pero fue ignorado. (Jer.38:17–18)
Nabucodonosor vino con su ejército y asedió Jerusalén por cerca de 18 meses. Durante el sitio, el hambre llegó a niveles extremos. (2 Rey.25:1-3, Lam.4:9-10)
Posteriormente, los babilonios abrieron una brecha en el muro. El rey Sedequías trató de huir, pero fue capturado. Fue llevado ante Nabucodonosor, quien mató a sus hijos delante de él y luego le sacó los ojos. (2 Rey.25:4–7)
Finalmente, los babilonios quemaron el templo, el palacio real y todas las casas, y derribaron los muros de Jerusalén. (2 Rey.25:8–10) La caída de Jerusalén fue el cumplimiento exacto de las profecías dadas por Dios a través de Jeremías y otros profetas. (Lam.1:8, 1:18)
La caída de Jerusalén fue un evento profundamente trágico, pero justo desde la perspectiva divina, fue el resultado del rechazo prolongado a la Palabra de Dios, la idolatría y la injusticia. Dios advirtió con paciencia, pero finalmente cumplió Su palabra.
Ezequiel 33 nos enseña varias lecciones importantes:
Los líderes deben ser fieles vigilantes: Como Ezequiel, deben anunciar el mensaje de Dios sin temor, aun si no es popular.
El juicio es justo, y la gracia es real: Dios es completamente justo en su trato con el ser humano, pero también profundamente misericordioso.
Escuchar sin obedecer no transforma: La verdadera fe se demuestra con acción, no solo con atención
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